Francisco Rafael Arellano Félix (63), quien fue uno de los líderes del cartel de Tijuana, fue asesinado a tiros el viernes por sicarios disfrazados de payasos durante la fiesta de cumpleaños de uno de sus hijos. La víctima había purgado cinco años de condena en Estados Unidos por narcotráfico.
En crimen ocurrió en pleno festejo infantil en su mansión de Cabo San Lucas, una localidad del estado mexicano Baja California Sur. Uno de los homicidas disfrazados disparó dos balazos contra Arellano Félix: uno en el torax y otro en la cabeza que acabaron por quitarle la vida.
En crimen ocurrió en pleno festejo infantil en su mansión de Cabo San Lucas, una localidad del estado mexicano Baja California Sur. Uno de los homicidas disfrazados disparó dos balazos contra Arellano Félix: uno en el torax y otro en la cabeza que acabaron por quitarle la vida.
El capo narco era conocido como "El Pelón" o "El Menso" y era el hermano mayor del clan de los Arellano Félix, la poderosa familia que integró el otrora vigoroso cártel de Tijuana, que hoy se considera casi extinguido.
Arellano Félix dirigió por muchos años el cártel, era oriundo del la ciudad de Culiacán, en el estado de Sinaloa, de donde proviene la mayoría de integrantes del clan.
Francisco Rafael fue detenido por primera vez en agosto de 1980 en San Diego, California, cuando vendía cocaína a un agente encubierto de la agencia antidrogas estadounidense DEA. Las autoridades estadounidenses le concedieron libertad bajo fianza, condición que Arellano Féliz aprovechó para huir a México y evitar que se le sometiera a juicio en Estados Unidos.
En diciembre de 1993 fue recapturado por las autoridades mexicanas en la fronteriza ciudad de Tijuana, en Baja California. Un juez lo sentenció a diez años y tres meses de cárcel por los delitos de narcotráfico y portación ilegal de armas. En 2004, a cuatro días cumplir su sentencia, Arellano Félix fue notificado de que sería extraditado a Estados Unidos, que lo requirió por delitos de narcotráfico y asociación delictiva.
Su envío a Estados Unidos se concretó en 2006, año en el que la Justicia estadounidense lo sentenció a seis años de prisión tras declararse culpable de haber vendido droga a un agente.
Francisco Rafael Arellano Félix fue dejado en libertad por las autoridades estadounidenses en 2008 tras validarle los años de cárcel que cumplió en México y por su buena conducta. Desde entonces el otrora capo mantuvo un bajo perfil y en México no se conocía demasiado de sus movimientos.
Redacción: La Nación
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